No huyo, corro hacia mí misma #0017
Esta historia fue enviada por Janine.
Janine recorre casi 16.000 kilómetros al año, lo que equivale a caminar hasta el Polo Sur
7 de enero de 2024, Damm. Desde Alemania hasta el Polo Sur hay 15.735,20 km. ¿Conoces a alguien que recorra esa distancia a pie cada año?
Janine, de 26 años, vive en Schermbeck-Damm. Con su cabello rojo cobrizo asomando bajo su gorro, sale diariamente con sus bastones de marcha nórdica y sus zapatos minimalistas, produciendo el característico sonido de "clic-clac".
¿Estás calculando mentalmente cuántos kilómetros debe recorrer al día para alcanzar más de 15.000 km al año?
Regularmente, son 42 km y, a menudo, más de 50 km diarios. Su recorrido matutino es de aproximadamente 32 km, y por la tarde realiza una "pequeña" caminata de unos 10 km.
"Al mediodía", cuenta Janine, "hago una caminata con mi perrita Kayla, que tiene solo 8 meses y solo puede pasear tranquilamente".
¿Por qué alguien haría algo tan extremo? Janine enfrenta esta pregunta casi a diario durante sus recorridos. "Siempre respondo", dice, "que simplemente me hace bien y me proporciona la estructura que necesito en mi vida. Por supuesto, hay más razones, pero no es fácil explicarlas en la calle".
Para Janine, correr es mucho más que una actividad física. Al igual que para muchas personas, tiene un efecto terapéutico que beneficia tanto al cuerpo como a la mente. El movimiento continuo promueve la liberación de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, y ayuda a reducir el estrés.
"Mientras corro", explica Janine, "pienso, reflexiono y proceso. Es como una especie de meditación activa".
Ordenar pensamientos y recuperar el control
El ritmo de los pasos y la respiración constante ayudan a ordenar los pensamientos y a recuperar la sensación de control que Janine a menudo ha echado de menos en su vida. Ha enfrentado numerosas experiencias difíciles. A través del deporte, ha encontrado una forma de afrontar mejor sus desafíos.
Su historial médico comenzó en la infancia, cuando se le diagnosticó hidrocefalia. Se le implantó una derivación para drenar el exceso de líquido cefalorraquídeo. A lo largo de los años, ha tenido que someterse a varias operaciones para ajustar o reemplazar la derivación.
"Las operaciones", dice Janine, "no son lo peor. El miedo constante de que algo pueda estar mal cada vez que tengo dolor de cabeza es lo más difícil. Y también el acoso escolar. Los otros niños me lanzaban pelotas de baloncesto a propósito y me insultaban. Eso dolía no solo físicamente".
Además, Janine ha sufrido de reumatismo y artrosis durante años. Aunque estas enfermedades suelen asociarse con personas mayores, según el Centro Alemán de Investigación del Reumatismo, al menos 20.000 niños y adolescentes en Alemania padecen enfermedades reumáticas crónicas inflamatorias.
"Siempre he tenido mucho dolor", cuenta Janine, "y siempre he sido muy sensible. Confiaba fácilmente en las personas y a menudo me decepcionaban. No tengo amigos. Mi mejor amiga es Kayla, mi perrita".
Cuando el acoso escolar empeoró en la escuela secundaria, Janine abandonó el bachillerato. Recuerda: "Todo era demasiado: demasiada presión, demasiado acoso. Me sentía herida y explotada. Ir a la escuela cada mañana con dolor de estómago era insoportable".
El sentimiento de no ser aceptada la afectaba profundamente. En ese momento, comenzó a hacer ejercicio regularmente: montaba a caballo, iba en bicicleta a todas partes, asistía al gimnasio y corría entre 13 y 16 km diarios. Se dio cuenta de que el deporte le hacía bien.
"No estoy huyendo", dice Janine, "siento que corro conmigo misma y hacia mí. He encontrado una válvula de escape que necesito. El dolor que sufro disminuye al correr. Con cada hora mejora. Corro para liberarme. Y eso ya lo notaba entonces".Facebook
Situación de salud actual especialmente desafiante
Desde hace tres años, Janine ha desarrollado una pasión por el "walking". Y ahora es más importante que nunca, ya que su situación de salud es especialmente desafiante. Recientemente se le ha diagnosticado una rara enfermedad autoinmune, y se está investigando una segunda.
Hace tres años, ya experimentaba dolor en las articulaciones. Sus manos a menudo estaban entumecidas y sus dedos se volvían azulados. El dolor de espalda empeoraba debido al reumatismo, afectando todo su lado izquierdo. El deporte de rehabilitación y la fisioterapia alivian un poco las molestias físicas.
En el hospital, se sometió a un chequeo completo, y los diagnósticos fueron alarmantes: "La doctora encontró muchos problemas y dijo que todo estaba mal. Me propusieron quedarme en el hospital. Sentí una mezcla de miedo y esperanza de que pudiera continuar sin hospitalización, así que no me quedé. Pero ahora tengo estos nuevos diagnósticos de dos enfermedades autoinmunes raras e incurables que cuelgan sobre mí como una gran nube oscura".
Uno de los diagnósticos ya es seguro; Janine aún espera los resultados del segundo.
"Tengo muchas historias y enfermedades que acaban de ser diagnosticadas. Tengo que aprender a lidiar con ellas. Pueden surgir más limitaciones. La calidad pulmonar también puede verse afectada. Puede estallar de un día para otro. Las enfermedades comienzan con la piel. Siempre tengo las manos y los dedos azules. Pero también afectan a los órganos. Y entonces la esperanza de vida se reduce. Me quedarían entre 10 y 15 años si los órganos se ven afectados".
Nadie sabe cuándo terminará la vida, pero esperar a que una enfermedad se manifieste es una situación muy difícil de soportar.
"Correr me ayuda mucho a ordenar mis pensamientos, a mirar mi propia vida y a procesarla desde el principio. Corro mientras mi salud me lo permita. ¡Espero hacerlo mientras viva y lo disfrute!".
Los médicos no la tomaron en serio
Cuando era adolescente, Janine buscó un diagnóstico para el origen de su dolor, pero varios médicos no la tomaron en serio. "Ahora es demasiado tarde", dice Janine. "Intento aprovechar y disfrutar cada día mientras pueda. Lamentablemente, estoy demasiado enferma para trabajar. Me ocupo de las tareas domésticas en casa para mi madre y mi hermano, y corro. Vivo en modo automático. No tengo visiones ni deseos. Pero sigo buscándolos".
Janine corre todos los días. Y con cada kilómetro, se crea un espacio para sí misma. Un espacio para ser como quiere ser. Un espacio para sentir. Para enfrentarse a sus pensamientos y liberarse un poco de las cargas de su vida.
"Otros llevan una vida normal, yo no puedo. Pero he encontrado una forma de afrontarlo a través de la carrera".
Correr se ha convertido en un estilo de vida para Janine y le ayuda a fortalecer su resiliencia. Se ha convertido en un viaje hacia sí misma y una forma de autocuración.
Con los muchos kilómetros que Janine recorre diariamente, necesita zapatos especiales. "Durante un tiempo, probé correr con zapatos tipo calcetín. Duran 800 kilómetros. Mi madre dijo: 'Eso es bastante tiempo, genial'. Pero luego hicimos un cálculo rápido y nos dimos cuenta de que eso son solo dos semanas y media. Ahora uso zapatos minimalistas. Me ayudan a tener menos dolor, pero también se desgastan en unas dos semanas. Uso entre 26 y 30 pares de zapatos minimalistas al año. Eso es más de 1.000 euros al año. Pero reducir el correr no es una opción".
📣 Esta historia fue publicada originalmente en schermbeck-grenzenlos.de
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